Una sola nota (si) sale del pesado silencio y se enriquece lentamente con acordes hasta llegar a la armonía a doce voces, para dejar que la pieza se desvanezca de nuevo en la nada, como empezó. Los pasajes estáticos están animados por modos de producción tonal que cambian con frecuencia (con sordino, col legno, sul ponticello, sul tasto, pizzicato), a los que también contribuyen los glissandi, los trémolos, los armónicos y los grandes aumentos dinámicos hasta el juego libre de las cuerdas en escalas brillantes.